sábado, 30 de mayo de 2009

Viabilidad de la Solidaridad Organizacional como Herramienta de Supervivencia en la Realidad Actual.

La solidaridad es uno de los valores humanos por excelencia, que implica la colaboración mutua en la personas, es decir, es un sentimiento que mantiene a las personas unidas en todo momento, sobretodo cuando se vivencian experiencias difíciles de las que no resulta fácil salir. La solidaridad es por tanto un acto social, un conglomerado de acciones que le permite al ser humano mantener y mantenerse en su entorno como un ser social más allá de sus intereses particulares.

Es fundamental fomentar y desarrollar la solidaridad en todas sus aristas, ya que no sólo debe limitarse a acciones colectivas que se aglutinan en momentos de guerra o desastres naturales, sino que por el contrario, es importante mantener dicho valor en nuestros hogares, en nuestras comunidades, pero por sobretodo en nuestros puesto de trabajo.

La solidaridad es fundamental para el desarrollo de un óptimo clima organizacional, razón por la cual la gerencia debe propiciar políticas tendientes a estrechar no solo los vínculos entre los trabajadores sino el espíritu de cooperación entre los distintos niveles de la organización, donde más allá de las diferencias de cargos, los individuos se sientan identificados con la organización, siendo sus principales dolientes, sintiendo y padeciendo todo lo que en bien o en mal le toque afrontar ante las grandes adversidades que implica la libre competencia y un mercado sumamente dinámico.

En la práctica es común ver que los empresarios se preocupan más por la productividad entendida en cifras que por la productividad entendida en bienestar de su personal, pues no es un secreto que una buena política interna que fomente el mejoramiento del clima organizacional afectará positivamente el nivel de renta percibido, la realidad es que muchos olvidan tal premisa.

La solidaridad, más allá de hacer crecer a los individuos, hará crecer la organización de forma paulatina logrando así mantener su posicionamiento y más que eso garantizando el cumplimiento de los objetivos y fines trazados.

viernes, 29 de mayo de 2009

EVALUACIÓN DE LA ILUMINACIÓN EN LOS PUESTOS DE TRABAJO DE UNA EMPRESA PETROLERA

Con la entrada en vigencia de la ley orgánica de prevención, condiciones y medio ambiente de trabajo, se obliga al patrono a garantizar que el lugar en donde sus trabajadores prestan sus servicios se encuentren en condiciones óptimas de higiene y seguridad, es por ello que deben adoptar todas las medidas necesarias a los fines de garantizar elevados estándares de calidad en su planta física, no solo para obtener condiciones seguras, sino también para reducir la incidencia de accidentes y enfermedades dentro de los lugares de trabajo.

En nuestro país las normas CONVENIN desarrollan una normativa específica para la iluminación de los puestos de trabajo en la cual está signada con el número 2249-93, y lleva por nombre “Norma Venezolana de iluminación en tareas y áreas de Trabajo”. En esta normativa se señalan los valores de iluminación recomendada como normal a los fines de obtener un desempeño visual eficiente en las diversas áreas de trabajo, así como para las tareas visuales específicas que se desarrollan bajo condiciones de iluminación artificial.

Aunado a ello, esta normativa señala los valores de iluminación de emergencia para la evacuación, seguridad y resguardo, así como un conjunto de recomendaciones para decidir sobre los valores razonables para la iluminación de reemplazo.

El estudio consistió en evaluar la iluminación en los puestos de trabajo, oficinas y talleres de Petróleos de Venezuela, S. A., los resultados arrojaron que existe una alta probabilidad de incidencia de enfermedades ocupacionales vinculadas a la disminución de la capacidad visual, cansancio, malestar corporal, lo cual viene acompañado de baja productividad y por ende en pérdidas de tipo económico. Se pudo apreciar que existía gran cantidad de luminarias defectuosas, lo que provoca una iluminación por debajo de los estándares exigidos por la normativa.
Tal situación es preocupante por cuanto al ser la principal industria venezolana, y aunado a ello, la principal fuente de financiamiento de nuestra economía, es un tanto contradictorio que no brinde las condiciones mínimas necesarias para mantener una iluminación acorde a los distintos puestos de trabajo, para así evitar que en forma paulatina aumenten los niveles de deficiencias visuales en el personal de nuestra industria petrolera.

Análisis de la competitividad como Elemento de Sostenibilidad y Eficiencia de las Cooperativas.

Si partimos del hecho que las cooperativas han sido concebidas en nuestro país desde el punto de vista legal como asociaciones abiertas y flexibles, de hecho y derecho cooperativo, de la Economía Social y Participativa, autónomas, de personas que se unen mediante un proceso y acuerdo voluntario, para hacer frente a sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales comunes, para generar bienestar integral, colectivo y personal, por medio de procesos y empresas de propiedad colectiva, gestionadas y controladas democráticamente; encontramos que si bien es cierto, el legislador mantiene una clara visión de esta forma de asociación, nos encontramos en la práctica que la realidad se contrapone en gran medida a todo el conjunto de valores y preceptos que de forma magnifica se plasman en la legislación especial que regula la materia.

Ayuda mutua, esfuerzo propio, democracia, igualdad, equidad y solidaridad deberían ser sus principios rectores, además de valores éticos de honestidad, transparencia, responsabilidad social y compromiso, sin embargo, la realidad venezolana en materia de cooperativismo no es del todo optimista. El mercado, la competitividad, la falta de apoyo gubernamental, la falta de valores, el financiamiento y muchos más factores ponen en tela de juicio la efectividad de dicha forma organizativa.

Los sectores transporte y agrícolas, son en nuestro país los bastiones de esta forma asociativa, en donde transportistas y agricultores se unen a los fines de mejorar la eficiencia y productividad, en el sentido de poder acceder a créditos, adquirir insumos, y en general, hacer sus actividades productivas – servicios, más accesibles al público, en razón de que sus costos operativos bajan considerablemente, además de fomentar el empleo y reducir los niveles de pobreza.


Ahora bien, el desarrollo del cooperativismo ha tenido sus altibajos, la inconsistencia en las políticas gubernamentales, y más que eso, el grave deterioro del capital social en nuestro país, ha provocado que los intereses particulares priven sobre los colectivos, dificultando así el logro del mayor nivel de bienestar para los asociados. El Ejecutivo ha adoptado medidas financieras para rescatar las cooperativas existentes (creación de entes de financiamiento), que por cierto, van en constante decadencia y desaparición de la esfera económica venezolana, pero sólo han sido pequeños paliativos, pues la realidad por más que pretenda negarse, arropa las ficciones que muy a menudo sostienen organismos gubernamentales para señalar que el cooperativismo en nuestro país está fortalecido y más que eso, se encuentra en pleno apogeo.

Es necesario crear conciencia, pero no debemos caer en la falsa concepción de que el Estado Venezolano como máximo benefactor va a venir a solucionar la problemática, sino que por el contrario, le compete a los mismos miembros de estas asociaciones sumar los esfuerzos necesarios para hacer frente a los desafíos que les impone el mercado.

sábado, 23 de mayo de 2009

LA SERVUCCIÓN Y LA CALIDAD EN LA FABRICACIÓN DEL SERVICIO

La servucción es un estilo de gerencia basado en un conjunto de procesos, procedimientos y actividades, orienta las acciones para la fabricación, distribución y consumo de un determinado servicio en términos de calidad.

El servicio debe ser mejorado mediante la gestión de calidad antes de programar cambios, ya que la satisfacción del cliente es lograda en el grado de sus requerimientos son cumplidos. Es importante resaltar que la calidad va a estar en relación con la eficacia de la empresa en la gestión de expectativas de los clientes con la experiencia de los clientes, con los productos de la competencia y la calidad final de servicio donde se toman las opiniones de terceros.

La percepción de calidad de un servicio es totalmente diferente a la de la calidad asociada a un producto, ya que en esta se coloca el producto en el mercado para evitar fallas que puedan provocar desajuste.

La calidad del servicio, la demarca el cliente, él es uno de los actores, productor y a su vez consumidor. En este sentido toda organización tiene que adoptar un sistema de gestión que incluya elementos tangibles y no tangibles para evaluar los procesos involucrados en la fabricación del servicio.

La prestación del servicio debe ser evaluada con criterios definidos de aceptación para que las exigencias del servicio sean detectables y medibles. Para ello se debe tener en primer lugar un grupo e indicadores cuantitativos relativos a la cantidad o grado en que su solicitud es cubierta. En segundo lugar indicadores cualitativos determinados por características relativas del servicio recibido. Se considera necesario hacer uso de la estadística para determinar las tendencias que aventajan o limitan la prestación del servicio, así como el grado de satisfacción o insatisfacción del cliente.

En la cultura de servicios se puede afirmar que la interacción entre clientes y prestadores del servicio se traduce como un nivel de implicación del personal en contacto, según sea la participación y educación tanto del cliente como del personal en esta interacción se ponen en práctica valores, principios y criterios que sirven de base a este proceso.

Se hace necesario resaltar que el entrenamiento de los prestadores del servicio es imprescindible para que permanezcan en un aprendizaje continuo sobre la valoración de los indicadores que generan la participación del cliente en la prestación del servicio.

El prestador del servicio debe jerarquizar los elementos que determinan la calidad de servicios, dentro de los cuales no podrían faltar los que permiten evaluar la satisfacción de forma permanente, una vez efectuada la jerarquización se deben efectuar procedimientos para que la calidad se mantenga y mejore a través del tiempo y en tercer lugar se debe organizar una base de datos para que sirva de base a la mejora continua de servicio.

Los gerentes y líderes hoy día han considerado a los servicios como elemento clave de su competitividad y éxito. A medida que se incrementan las exigencias de los clientes los competidores mejorarán la oferta de servicio como respuesta a la calificación de los usuarios, como ejemplo práctico son tomadas las cooperativas productoras y de servicios, las cuales están perfectamente relacionadas con la promoción de una cultura de servicio.

CARACTERIZACIÓN DE LAS PEQUEÑAS EMPRESAS DE CONFECCIÓN DE ROPA Y SU INCIDENCIA EN LAS RELACIONES LABORALES

Las pequeñas empresas son unidades productivas caracterizadas por baja dotación de capital, tecnología obsoleta y producción artesanal, en donde no existe una relación laboral formal, es decir, se deja al trabajador sin protección económica y social. Sin embargo, dichas organizaciones hoy día han efectuado inversiones en nuevas tecnologías, créditos y capacitación, con el fin de mejorar la calidad y cubrir la demanda de los mercados. El estado venezolano ha diseñado e incorporado políticas dirigidas a fortalecer las pequeñas empresas con el fin de incrementar la competitividad e inversión de nuevos actores

Las organizaciones encargadas de la confección de ropa, en su desarrollo, han sido lentas y desiguales en términos de productividad y competitividad debido a sus precarias tecnologías, lo que ocasiona inestabilidad e incertidumbre en la fuerza de trabajo, originando la figura de contratos de trabajo a destajo o eventual, afectando los beneficios laborales adicionados al salario.

Las pequeñas empresas son constituidas con muy poco capital y operan al margen de la legalidad, cuentan por lo general con un promedio de cinco trabajadores y al enfrentarse en un incremento en su demandan contratan un máximo de tres trabajadores hasta cumplir con la producción, dándose un contrato por tiempo determinado y un salario precario. Los instrumentos de trabajo para cada tarea suelen estar ubicados en cada puerto de trabajo con la finalidad de optimizar el tiempo pero a su vez la reducción de espacios en sus tareas imposibilita el libre movimiento. El dueño de estas microempresas realiza acciones, un control directo con el fin de obtener mayor producción en menor cantidad de tiempo (trabajo productivo)

La falta de competitividad de las empresas de confección de ropa hace que su ciclo de vida sea muy corto, debido al desconocimiento de elementos gerenciales que le permitan incorporar la tecnología.

La elevada competitividad del mercado ha hecho que las empresas adopten estrategias que le permitan reducir costos laborales, expandirse y alcanzar el máximo posicionamiento, de allí que se haga necesario adoptar nuevas tecnologías que faciliten el diseño de productos y una mejor toma de decisiones.

Se deben establecer alianzas estratégicas, colaboración entre empresas para lograr competir y expandirse con mayor seguridad. Las empresas deben contar con un sistema de información que les permita conocer la situación real del mercado y su posición frente a la competencia para así establecer políticas que les permitan su consolidación. A pesar de que el Estado venezolano contempla entre sus finalidades el fomentar y asegurar el ambiente para desarrollar la calidad y competitividad de las empresas, esta política no ha sido aprovechada por los pequeños empresarios, y siguen inmersas en un círculo vicioso de baja productividad de la mano de obra, bajos ingresos y escasa capacidad de reinversión, siendo amenazados por la continua incertidumbre que amenaza a los pequeños empresarios.

Los contratos de trabajo son atípicos, no se formalizan, lo cual ocasiona inestabilidad laboral a pesar de los niveles de exigencia y presión. Esta relación de trabajo el trabajador es contratado a destajo pero cumple su jornada a tiempo completo.

viernes, 22 de mayo de 2009

IMPORTANCIA DEL ANÁLISIS ESTRATÉGICO EN LOS ESTUDIOS PRELIMINARES DE UN PROYECTO DE INVERSIÓN

Los proyectos de inversión permiten el desarrollo de las economías, los mismos deben fundamentarse en un enfoque racional que minimice el riesgo y maximice el beneficio a obtener. Las empresas se encuentran insertas en contextos dinámicos que potencian y limitan su competitividad, teniendo la capacidad de adaptarse a los cambios que suelan presentarse. Toda empresa persigue crecimiento, supervivencia y la mayor rentabilidad posible, lograda a partir de la eficiencia de sus operaciones, ventajas competitivas y creación de valor a través de la concepción del producto en función de un segmento del mercado.

Siempre que exista la necesidad humana de un bien o un servicio habrá que invertir determinados recursos. En la vorágine de la actualidad mundial en relación con los mercados, se necesita ser cada vez más competitivo y debemos ser capaces, de producir lo que el cliente desea; para ello se debe realizar precisamente una evaluación del proyecto bien estructurada que indique el punto de partida para tomar la decisión más acertada.

Para tomar decisiones sobre un proyecto es necesaria la conformación de un equipo de especialistas que cuenten con la experiencia y mayor información posible sobre el nuevo plan a desarrollar. No se puede hablar de una metodología rígida para evaluar un proyecto, pues existe una gran variedad de ellos y cada uno tiene diferentes aplicaciones. Es importante decir que la decisión debe estar basada en un sinnúmero de antecedentes que ayuden a establecer una metodología lógica que considere todos los factores que participan y afectan al proyecto.

El principal objetivo del proceso de planificación estratégica es la consecución de una ventaja competitiva, esta planificación se toma en cuenta por ser un proceso dinámico que parte de un análisis del entorno en busca de la competitividad.

Los proyectos son planes prospectivos que persiguen el desarrollo social o económico, partiendo siempre del propósito de alcanzar los objetivos que desean lograrse. El poseer proyectos no asegura el camino correcto, se requiere la vinculación con el entorno y con el mercado.

En el presente se requiere que las empresas adopten un enfoque racional de decisiones que afecten la vida empresarial a largo plazo, específicamente en las etapas de diseño y concepción del sistema, así como decisiones a corto plazo comprendidas en las etapas operativas y administrativas del sistema.

Los estudios preliminares se efectúan para establecer las base sobre las cuales se forman los proyectos y se considera justificable su desarrollo, por esta razón es importante realizar el análisis estratégico dentro de cualquier organización porque además de permitir el análisis de las oportunidades, las amenazas, las fortalezas y debilidades que atañan e influyen en el día a día de cualquier empresa, permitirán de igual modo la toma de decisiones acertadas. Es por ello que dichos estudios, no deben limitarse única y exclusivamente a las exigencias del mercado, sino que por el contrario deberá integrar los tres principales actores: empresa, clientela y competencia.

El análisis estratégico parte de un estudio del entorno, evaluando las variables que pueden afectar seriamente a las empresas, para de esta manera seleccionar las estrategias más apropiadas a los fines de determinar el posicionamiento y solidez de la organización en el mercado.

El hecho de realizar un análisis exhaustivo no implica que, al invertir, el dinero estará exento de riesgo. El futuro es incierto y por esta razón el dinero siempre se está arriesgando. El hecho de calcular unas ganancias futuras, a pesar de haber realizado un análisis profundo, no asegura necesariamente que esas utilidades se vayan a ganar de la forma y tiempo previstos en el diseño del plan.

Todo empresario debe adoptar estrategias y tácticas que fortalezca el servicio, incrementando su rentabilidad, competitividad y permanencia en el tiempo.

jueves, 21 de mayo de 2009

Empleo de la red social como alternativa para la obtención de recursos en el proceso de creación de las empresas.

La empresa como todos sabemos es movida por el ánimo de lucro de las personas que en principio la constituyeron a partir de una idea en común, las cuales a partir de diversos aportes que efectúen, sean estos en capital, trabajo, recursos materiales, recursos humanos, etc., estarán orientados no solo a llevar implícita la prestación del algún tipo de servicio a la comunidad, sino además de ello, la obtención de utilidades.

La Administración, en figura del gerente, debe coordinar las acciones y tomar decisiones oportunas que permitan la consecución de los objetivos trazados, sin vulnerar los valores personales y sociales de la comunidad, sino que por el contrario deben promoverse.

El empresario, antes de tomar la decisión de crear la empresa, debe hacer un estudio minucioso del microentorno y macroentorno, para establecer objetivamente cuales podrían ser sus posibles limitaciones, además de las alternativas para garantizar el éxito organizacional. Quizás muchos no comprendan la real importancia de tener en sus manos las riendas de una empresa, es por ello que el gerente, más allá de ceñirse a políticas tendientes a la maximización de beneficios, deberá mantener motivado al personal, así como también, deberá emplear e incorporar de forma paulatina el uso de tecnologías de información.

Son estás últimas quienes dictan la pautas en las organizaciones empresariales en la actualidad, ya sean en nuestros hogares o en nuestros sitios de trabajo.

Vivimos en un mundo globalizado, donde el conocimiento se empieza a valorar, ya no en virtud de la producción desde el punto de vista físico, sino que por el contrario, el conocimiento, pasa a constituirse como el principal activo empresarial. La invención, la generación de ideas, la búsqueda del constante mejoramiento en los procesos, en fin, la optimización y eficiencia-eficacia organizacional pasa por una adecuada gestión del capital intelectual.

Ahora bien, no todo se limita al potencial que cada individuo tiene dentro de sí, sino que a la vez implica el hecho de que la organización deberá prestar los canales necesarios para que tal proceso de producción intelectual se desarrolle a plenitud, ¿Cómo se logra?, la respuesta es, a través de la incorporación de las TIC’s. A través de la generación de una cultura de información que amplíe los canales de comunicación, logrando así incrementar la competitividad de la empresa y generándole a su vez mayor valor.

¿Por qué son importantes estas tecnologías? Simplemente porque agilizarán la toma de decisiones, fomentarán el trabajo en equipo, permitirán el desarrollo de una cultura organizacional sólida, generarán mayores niveles de responsabilidad, identidad y pertenencia a la familia empresarial; todos estos beneficios no se circunscribirán a un área especial de la empresa, sino que por el contrario se gestionarán de forma íntegra a todos los niveles organizativos.

El empleo de sistemas tecnológicos además de optimizar los procesos, evitan la incursión en errores en los cuales cualquier ser humano podría incurrir. Sin embargo, esto no quiere decir que el sistema sea infalible, sino que por su naturaleza reduce de forma considerable la incidencia de situaciones adversas que pudiesen generar consecuencias negativas para el buen desempeño empresarial.

sábado, 9 de mayo de 2009

Los equipos de trabajo: Una práctica basada en la Gestión del Conocimiento.

Los Mercados por su dinamismo y competitividad hacen que las organizaciones utilicen la gestión del conocimiento, siendo esta una estrategia que surge en la década de los noventa, constituyéndose en la capacidad organizativa más importante para enfrentar el entorno que caracteriza la dinámica organizacional.

Para el desarrollo de una gestión efectiva del conocimiento es necesario poseer dos tipos de soportes básicos como los recursos humanos y la información manejada en dichos procesos. Los recursos humanos deben estar organizados en equipos de trabajo, los cuales además de compartir conocimientos, experiencias y habilidades, al mismo tiempo se autoevalúan con la finalidad de resolver los problemas que se presentan día a día en la organización. Así mismo constituye una ventaja competitiva, es decir, agrega valor a la empresa en el sentido que permite la aplicación de nuevas tecnologías y productos, a los fines de lograr un mejor posicionamiento en el mercado.

La gestión del conocimiento parte de principios básicos de la administración como lo son: planificación, organización, coordinación y control, logrando su configuración como un proceso que estará compuesto por una gran gama de actividades y subprocesos que ayudan a la obtención, comunicación y transferencia del conocimiento. Además los trabajadores de la organización obtendrán acceso al conocimiento mediante el contacto con el medio ambiente interno y externo del entorno organizacional, constituyéndose como un ciclo en constante cambio ya que los conocimientos deben actualizarse y reemplazarse de acuerdo a las circunstancias que se estén presentando en la organización con la finalidad de idear estratégias que permitan el logro de los objetivos trazados.

Los equipos de trabajo constituidos para la consecución de las metas trazadas, primordialmente la de obtener una considerable ventaja competitiva ante las demás empresas del mismo ramo, deben emplear la gestión del conocimiento a través del estrechamientos de lazos colaboración, solidaridad y cooperación entre los empleados,, propiciando un clima en donde se discutan los problemas para generar posibles soluciones, y elegir la opción más apropiada, adaptada a la situación generadora del conflicto. El conjunto de individuos que componen los equipos de trabajo deben colocar sobre sus intereses personales los objetivos de la organización, logrando un acuerdo común entre todos ellos con la finalidad de sumar sus esfuerzos individuales en pro de las metas organizacionales.

viernes, 8 de mayo de 2009

LA PERCEPCIÓN DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL POR PARTE DEL CONSUMIDOR

Las empresas que asumen la responsabilidad social empresarial (RSE) como una de sus políticas lograrán en el mediano a largo plazo la consolidación de su inversión, ya que los consumidores sustentarán una buena imagen que se convertirá en lealtad y por ende en una mayor rentabilidad.

Las empresas con el compromiso de integración deben contribuir al bien común, dónde su actuación esté en función de una mejora continua, que le permita ser más competitiva, respetando el desarrollo de las comunidades y su entorno, buscando siempre el bienestar general, donde se refleje una política social, basada en principios de solidaridad con la comunidad y valores compartidos.

En este orden de ideas una empresa socialmente responsable es competitiva económicamente, con una finalidad social compartida (satisfacción inmediata), respeto al ambiente, entre otros rasgos. Los rendimientos empresariales están en función de sus servicios, reputación e imagen.

Para ganar la confianza del consumidor las empresas deben conocer sus percepciones con el propósito de mejorar las ventas de su producto. Obteniendo mayores índices de credibilidad y por ende buena reputación y posicionamiento en el mercado.

En nuestro país se hace necesario reforzar la responsabilidad social ya que es un instrumento de competitividad, que está condicionado a la percepción que tienen los consumidores, pues estos son quienes garantizan la permanencia en el tiempo de la empresa. Se puede asegurar que hoy en día el mercado está lleno de consumidores con discernimiento, y no simples autómatas, sino que por el contrario están dispuestos a pagar más si la inversión está dedicada a productos ecológicos o aquellos con atributos éticos, como por ejemplo, los que hacen referencia a protección de salud (vivir saludables).

En nuestro país, los consumidores poco a poco se suman a la tendencia de manejar e involucrarse en mayor medida con empresas socialmente responsables, al punto que sus compras se enfocan a productos que de una u otra forma destinan los fondo recaudados a ayudar a instituciones o donar lo recaudado a los menos favorecidos.

Se habla entonces de un capital que más allá de limitarse al ámbito económico, se involucra paulatinamente con lo social, y haciendo de la empresa una institución humanas, más allá de todas las ficciones legales que tratan de darle personalidad a la luz del derecho, por cuanto la empresa, es una voluntad, es un acuerdo, es un consenso, pero por sobre todo es un conjunto de decisiones, acciones y determinaciones tomadas por hombre, por individuos que sienten, que padecen y que tienen necesidades.

El elaborar productos para obtener renta no es lo fundamental, sino que por el contrario, debe estrecharse ese vínculo empresa – producto – consumidor a los fines de garantizar, no sólo el beneficio económico, sino también social y ambiental, dado que existe una gran tendencia a priorizar los procesos productivos sobre los impactos ambientales que estos causan.

Si, es cierto que muchas industrias manufactureras usan y abusan de los recursos naturales renovables, y que las pequeñas empresas no causan impactos de tal magnitud, pero aquí, el ejemplo a seguir, y más que eso la tendencia que debe marcar el quehacer y la línea de acción empresarial en este siglo XXI azotado por una crisis financiera, una crisis energética y una crisis ambiental, es que todos, sin importar el tamaño de los ciclos productivos, se involucren en hacer de este planeta un sitio con mayores niveles de bienestar, pero extrapolado al ámbito empresarial, ya que no sólo el Estado debe ser el único garante del mejoramiento de las condiciones de vida y satisfacción de las necesidades del colectivo, sino que por el contrario funja como un socio activo en la lucha que afrontan nuestras sociedades por disminuir los niveles de desequilibrio causados por las formas en que se distribuyen las riquezas.

Es un fenómeno que no sólo trae implicaciones económicas para el empresario, sino que además necesita de la consolidación del precepto ético, de la inserción de valores, del fortalecimiento de los existentes, y por lo tanto de la estructuración de una cultura más sólida en nuestros países.

Ahora bien, la empresa al adoptar tal postura ganará clientes, plazas de mercado, mejorará su rentabilidad, pero por sobretodo alcanzará algo aún mas altruista, que no es otra cosa, que ganar con su ayuda a las comunidades. Es un juego donde todos ganan, razón por la cual es menester que nuestros empresarios se avoquen a la misma.

LA NUEVA VISIÓN DE LOS COMITÉS DE SEGURIDAD Y SALUD LABORAL EN LAS EMPRESAS VENEZOLANAS.

Muy a menudo el trabajo ha sido entendido como la simple prestación de un servicio por cuenta ajena, en el cual se obtiene cierta cantidad de dinero como contraprestación, y es exactamente aquí donde radica el problema, donde está el meollo del asunto, por cuanto a los patronos no les importaban en lo más mínimo las condiciones del ambiente de trabajo donde sus trabajadores se desenvolvían día a día. Por ello, de forma paulatina los países han evolucionado su derecho laboral, al punto de garantizar no sólo una remuneración por la prestación sino también, la garantía de que el ambiente laboral se enmarque y desarrolle bajo criterios de higiene y seguridad.

En nuestro país el legislador sancionó la LOPCYMAT, Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo del 2005, con el fin de no quedarse atrás en materia de protección laboral, donde se fomenta la parte preventiva, la seguridad, las compensaciones, rehabilitaciones y reinserciones de los trabajadores a sus actividades luego de haber sufrido enfermedades o accidentes laborales.

Las empresas quieren obtener utilidades cada año, pero es aquí donde el empresario debe crear conciencia, y partir del principio de que con un adecuado desarrollo físico y mental de sus trabajadores, estos tendrán salud, y más que eso, serán más productivos y eficientes en el desarrollo de sus labores. Es decir, podemos señalar que el bienestar del trabajador es directamente proporcional al bienestar de la empresa, una empresa que mantiene a sus trabajadores saludables y felices, es una empresa que es proclive a obtener mayor productividad y rentabilidad en sus ejercicios económicos.

Las condiciones inseguras en el trabajo, sumadas a la falta de higiene, propician un incremento sustancial de accidentes laborales y decesos en las industrias, en tal sentido, la ley prevé la creación de comités de seguridad y salud laboral a los fines de gestionar tales riesgos a los fines de minimizarlos, incluso eliminarlos de ser posible.

La autogestión en el ambiente laboral es imprescindible, la construcción de una cultura de prevención es aún más indispensable en un país en el cual la cultura preventiva brilla por su ausencia. Es la misma empresa, son los mismos trabajadores quienes deben enarbolar la ley a los fines de salvaguardar no sólo su salud sino la de la misma empresa.

EL AGROTURISMO EN LOS MUNICIPIOS DE LA ZONA METROPOLITANA DE MÉRIDA, REALIDAD Y POSIBILIDADES.

Santiago de los Caballeros de Mérida, ciudad fundada por Rodríguez Suárez en 1558, es una de las más hermosas y atractivas no sólo de nuestro país, sino también de nuestro continente, al punto que gran cantidad de turistas nacionales y extranjeros la visitan año tras año, ya que conjuga cultura, biodiversidad, pero por sobretodo paisajes espectaculares.

Por ello Mérida es un punto obligatorio de visita, sin embargo, pese a tener gran cantidad de atractivos, incluido el Teleférico más alto y largo del mundo, su potencialidad no se ha extendido a toda su geografía. Muchas zonas rurales con gran potencial turístico se encuentran a lo largo y ancho de sus latitudes, lo que hace menester el desarrollo del Agroturismo en dicha entidad.

Las ventajas que trae consigo la explotación turística de las áreas rurales son innumerables, varían desde la percepción de recursos económicos por parte de los pobladores de dichas zonas hasta llegar al aprovechamiento, conservación y revalorización del patrimonio e identidad cultural de dicho pueblos.

Las iniciativas existen, pero de igual modo la realidad es otra, en el sentido que las trabas para el financiamiento de proyectos y otorgamiento de créditos a los pobladores de estas zonas son muchas, y no sólo importa el ámbito económico, sino que pese a sus potencialidades han sido olvidadas por el ejecutivo y las empresas turísticas.

Basta señalar que el incentivar la inversión y el desarrollo de éstas áreas, generarán mayores oportunidades de empleo, mayor bienestar colectivo, mayor gobernabilidad y mayor atención y satisfacción de las necesidades de las comunidades.

No es un secreto que gracias a la flexibilización de las políticas laborales, el aumento de los salarios, y el aumento de las necesidades de diversión y esparcimiento por parte de las familias, han marcado un antes y un después en el desarrollo de la actividad turística.

Agroturismo es un tipo distinto de turismo, novedoso, distinto, hasta cierto punto puede llegar a decirse que es privilegiado, pues el mayor actor y el mejor reparto se encuentra en la misma naturaleza, ya sea en labores de labranza, pecuarias, piscícolas y artesanales, el turista tendrá la oportunidad de vincularse, y más que eso, interpretar el rol que desenvuelve el campesino en su día a día.

Su slogan podría ser “Autentica vida del campo” (de la montaña, del llano, en fin, de acuerdo al lugar donde se desarrolle) por cuanto implica un proceso de retroalimentación, de aprendizaje, de intercambio y respeto mutuo entre el nativo y el turista. Esta modalidad se presta para que sean los mismos habitantes de las zonas rurales quienes se aprovechen de él. Aprovechando al máximo los recursos naturales, protegiendo el ambiente, educando y enseñándole al turista sobre la fauna y flora local.

Ante este panorama, es más que plausible que Mérida explote dicho potencial, y precisamente, debe adoptar medidas urgentes en el desarrollo de políticas turísticas que atiendan dicho sector; siendo una de ellas la adecuación y desarrollo de las hospederías, a los fines de atender la creciente demanda de un turismo verde.

viernes, 1 de mayo de 2009

El movimiento sindical ante las nuevas formas de organización del trabajo

A medida que la producción de bienes y servicios se diversifica a los fines de atender las exigencias de los mercados nacionales e internacionales, se plantea la necesidad de reformular las estrategias tradicionales empleadas para la organización de la producción.

La Empresa como organización es quien tiene en sus manos las riendas en primer lugar para integrar y coordinar los aportes del trabajo al momento de la producción. Si bien es cierto que el trabajo es individual, no es menos cierto que a partir de la conjunción de esfuerzos siempre se obtendrán mejores resultados, es por ello que la gestión del recurso humano tiene el desafío de propiciar el ambiente y todo lo necesario a los fines de fomentar un trabajo colectivo, en equipo, con una sola directriz, que no es otra que la maximización de la utilidad, entendida como el máximo bienestar no sólo para los trabajadores, sino también para el empresario.

Y es aquí donde se requiere de la participación activa de los empleadores, quienes organizando de forma eficiente la producción generarán no sólo beneficios para sus propietarios (accionistas), sino para el trabajador (mejoramiento de su calidad de vida) y el Estado (disminución del desempleo y mayores niveles de recaudación); es decir, debe convertirse en un juego donde todos ganen, dejando de lado aquella percepción de que solo debe existir un ganador y un perdedor, sino que a partir de la colaboración todos ganarían.

Resulta evidente que si tal propuesta la pudiésemos extrapolar a un nivel macro, como por ejemplo lo constituiría la administración de un municipio, estado, inclusive al mismísimo país, se mejoraría extraordinariamente los niveles de gobernabilidad, vida, convivencia, participación y por ende se haría de la política una actividad mucho más eficiente y efectiva en el manejo de los recursos públicos y en la satisfacción de las demandas del colectivo.

Éxito empresarial Vs. Sociedad en Crisis

Para el año 1953 el Presidente de los EEUU Dwight Eisenhower nombra a Charles Wilson, quien entonces era Presidente y CEO (Director Ejecutivo) de General Motors como su Secretario de Defensa. El mismo, en una entrevista señala que “lo que es bueno para la General Motors es bueno para Estados Unidos”, dicho aforismo traduce la importancia de la productora de automóviles como emblema del sistema capitalista estadounidense.

Ahora bien, si aplicamos dicho aforismo al tema que nos atañe, deberíamos entenderlo como la importancia del sector empresarial para el desarrollo de nuestro país, es decir, la necesidad que representa un sector empresarial sólido a los fines de maximizar los índices de bienestar y satisfacción de las necesidades colectivas. Esta es la premisa ideal, pero mas allá de vincular sólo al mundo empresarial debe llevar aparejado un sector laboral aglutinado en grupos sindicales.

Obviamente el contexto Norteamericano es muy distinto al de nuestros países en Latinoamérica, en el sentido que nosotros nos caracterizamos por poseer un ambiente sumamente conflictivo, desigual y de alta tensión. Las diferencias entre los sectores sociales es muy marcada, lo cual hasta cierto punto resulta contradictorio, en tanto que pese a el objetivo ideal de sumar esfuerzos, lo que realmente impera en nuestra sociedad es un juego de intereses individualizados.

Un fortalecimiento de las organizaciones sindicales debe pasar por el hecho de entablar canales de comunicación eficientes y efectivos entre patronos y trabajadores, a los fines de no sólo mejorar las condiciones laborales (ambiente interno), sino también de las condiciones de vida del trabajador (ambiente externo).

Las organizaciones sindicales a menudo han sido juzgadas y mal puestas ante la opinión pública, en el sentido que han ocupado espacios que por tradición han pertenecido a otros actores sociales, tal como sucedió durante el paro nacional acaecido a finales de 2002 y principios de 2003, en el sentido de que pese al grave descontento social, la ausencia de partidos políticos que canalizaran las demandas sociales y una frágil institucionalidad democrática, los movimientos sindicales junto a los empresariales asumieron el rol de liderazgo y se enfrentaron al sector gubernamental, no con armas, sino con movilizaciones, alzando sus voces y manifestando su descontento.

Ahora bien, es indiscutible su rol protagónico en la sociedad, razón por la cual el movimiento sindical debe avocarse a conseguir mayores niveles de inclusión, a los fines de mantener la convivencia pacífica, y más que eso, asumiendo la representación de un sector que manifiestamente es débil frente al poder del estado y del empresariado.

Quizás para los sectores sociales mas desfavorecidos (desempleados), el ser trabajador de una empresa “X” resulte ser un privilegio, sin embargo esto no deja de plantear desafíos al sector sindical, por cuanto es a ellos a quienes compete adaptar su modelo operativo tradicional a las nuevas tendencias que adopta el sistema empresarial en Pro de la competitividad con la cual debe lidiar día a día en el mercado de bienes y servicios.

Es así como los empresarios tienden a establecer sus empresas en regiones de bajo desarrollo sindical, alejadas de los centros de consumo y además de ello, han dado nacimiento a contratos atípicos, que pese a tener una naturaleza laboral se busca investirlos de una forma mercantil a los fines de evadir futuras obligaciones derivadas del contrato de trabajo. Esto no sólo afecta al individuo sino también de forma masiva a las organizaciones sindicales, ya que propicia un ambiente de desindicalización.

Los desafíos van desde la fractura del mercado laboral, pasando por la individualización de la relación de trabajo hasta llegar al escenario más radical que puede llegar a plantearse, que no es otro que el imperativo de un ambiente político - ideológico en el ambiente laboral, donde se juzgan las creencias ideológicas y se cercena la libertad de pensamiento como derecho universal que posee todo individuo por su condición humana.

Es menester poner freno a tales situaciones, pero ¿quién es el más adecuado para asumir tal desafío? La respuesta no es otra que las organizaciones sindicales, pero no bajo el tradicional esquema, sino que por el contrario deben adoptar un esquema de verdadera lucha por los intereses y bienestar de sus agremiados, en donde sean ellos quienes afronten con tesón las decisiones unilaterales dictadas (muchas veces sin contravenir disposiciones legales) no sólo por el empresario, sino también contra el estado, pues para nadie es un secreto que el estado venezolano es el mayor empleador en nuestro país.

Sólo a partir de un movimiento sindical sólido es que lograremos mayores niveles de bienestar, gobernabilidad y desarrollo en nuestro amado país.

Determinantes estructurales de la sobreexplotación del trabajo femenino en Venezuela

Hoy en día nuestros países afrontan el fenómeno de la sobre-explotación, pero ¿Qué es la sobre-explotación?, este fenómeno puede ser entendido como una perdida de valor que repercute en los trabajadores en el sentido de las grandes transformaciones que sufren los países industrializados por la producción de plusvalía, aumentando su valor de forma sustancial, al punto que para lograr tales objetivos, aumentan las jornadas de trabajo, disminuyen sus niveles de consumo y explotan sin ningún tipo de restricción las capacidades laborales, el trabajador se convierte así en un mero instrumento de trabajo, aquí no importan sus habilidades, sus aptitudes, lo único que realmente importa es si el mismo puede o no generar valor.

Ahora bien, tal fenómeno podemos extrapolarlo a las discriminaciones de género imperantes en gran cantidad de países, desencadenando un desequilibrio en los mercados laborales. En el caso de Latinoamérica este fenómeno se acentúa en la sobre-explotación del género femenino, lo cual no data de fecha reciente, sino que por el contrario es parte de un entramado cultural, en donde se considera que el hombre es un ser superior a la mujer, lo que genera discriminación, rechazo y menosprecio en la mujer.

Si tratamos de buscar un origen cierto a la problemática, podríamos culpar al dinamismo con el que se desarrollan los cambios en nuestras economías, o quizás al hecho de que anteriormente los hombres constituían la principal fuerza laboral, sin embargo, tales afirmaciones a pesar de ciertas, no pueden erigirse como justificativos de tales situaciones de desigualdad. Las mujeres por lo general se dedicaban a actividades del hogar, administraban los hogares y la crianza de los hijos. Pero con el devenir del tiempo, surge su preocupación por no sólo administrar sus hogares, sino que de igual modo, ser participes en la manutención del mismo, de allí surge su necesidad de prepararse académicamente e incursionar en el mercado laboral.

Es así como se empiezan a ver mujeres en distintos puestos de trabajo, y vienen poco a poco a figurar notablemente en la población económicamente activa, aunado a ello las jornadas laborales e inclusive la fijación de salarios inferiores a los que perciben los individuos del genero masculino, han sido factores desfavorables para el empleo de las mujeres, obligándolas en muchos casos a formar parte del mercado de empleos en el sector informal. Pese a ello, las mujeres incursionan en las industrias textileras, de servicios y pequeños talleres.

Es en los años noventa donde se desata un boom, pese a todo el panorama que se deslumbraba en su contra, las mujeres empiezan a participar masivamente en la economía, logrando así no ser simples empleadas, sino que por el contrario pasarían a ocupar puestos claves en la dirección de las empresas, y más aún en la dirección de naciones enteras; su estatus empieza a elevarse de forma acelerada al punto de igualar y en algunos casos superar al del hombre, no solo en cuanto a participación sino también en cuanto a la percepción de ingresos.